El país sería el vigésimo Estado en adherirse al convenio de la ONU contra este flagelo.
Redactor de EL TIEMPO
Negar que nos ha faltado liderazgo, mayor protagonismo, vigencia o presencia en los últimos meses eso no lo voy a hacer yo por eso asumí este liderazgo", expresó el ex alcalde de Bogotá, según lapágina de Internet de la emisora 'La W'.
"Yo me metí a ser Presidente del Partido Verde no por desprogramado sino porque tengo un gran reto y jugaremos durísimo en las elecciones locales y regionales", aseguró.
Además, Garzón indicó que la esposa de Antanas Mockus, Adriana Córdoba, aún no ha confirmado su aspiración a la alcaldía de Bogotá.
Expertos opinan sobre el futuro de esta colectividad y analizan sus debilidades
Dos analistas dan su concepto sobre las debilidades del Partido Verde y sobre una posible candidatura de Adriana Córdoba, la esposa de Antanas Mockus, para la Alcaldía de Bogotá.
Andrés Molano, Magíster en Problemas Políticos, Económicos e Internacionales y Catedrático de la Universidad del Rosario, asegura que el Partido Verde es demasiado joven y carece de una estructura consolidada en términos organizacionales en los que, además, coexisten diversas tendencias y figuras.
Según Molano, es un partido muy débil y tiene problemas a la hora de organizar estructuras de base.
Por otro lado, Juan Carlos Rodríguez, politólogo y Master en Ciencias Políticas de la Universidad de Pittsburg, dice que para las expectativas de la opinión pública, "(los verdes) han estado lentos en la toma de decisiones, lo que crea una especie de incertidumbre".
"Me parece que parte de la naturaleza del partido con unas raíces académicas hace que sean muy poco ejecutivos a la hora de tomar decisiones", sentencia Rodríguez.
Adriana Córdoba como candidata
El pasado 2 de septiembre, Adriana Córdoba, esposa de Antanas Mockus, dijo en La W que la idea de que ella fuera candidata para la Alcaldía de Bogotá surgió "espontáneamente" por un grupo de personas en la red social de Facebook.
"Si hay datos objetivos que permitan ver que ahí (en las elecciones) hay opciones, lo haría. Creo en los procesos y esto es un proceso", afirmó Córdoba.
"Hoy no me interesa la Alcaldía de Bogotá (...) No está dentro de mis prioridades", dijo Córdoba y aclaró que el candidato del Partido Verde para elecciones en la capital debe elegirse por consulta.
La discusión surgió porque un día antes, en su cuenta de Twitter, Antanas Mockus señaló que "a Adriana Córdoba la conoció la opinión pública en las últimas semanas de la campaña y las redes sociales pusieron a sonar su nombre".
"Si en el momento de las decisiones ella manifiesta interés y si el procedimiento del Partido Verde la autoriza para competir, así será", dice otro mensaje en Twitter.
"El Partido Verde está estructurando reglas ciertas, universales, para buscar democráticamente los mejores candidatos", agrega Mockus en su cuenta de Twitter.
Sobre una eventual candidatura de Adriana Córdoba, Andrés Molano agregó: "Son situaciones normales dentro de los movimientos políticos en los que se presenta una competencia entre diversos nombres, pero que aquí podría agravar aún más la distensión alrededor del liderazgo del partido".
F eltiempo.com
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que acompaña a Correa en este viaje, recordó que en octubre ambos países tratarán "temas sensibles", en relación con el bombardeo de marzo de 2008 en territorio ecuatoriano por el Ejército colombiano contra un campamento de las Farc, en el que murió el número dos de ese grupo guerrillero, Raúl Reyes.
Correa manifestó que Colombia ha sido el país con el que históricamente Quito ha mantenido mejores relaciones, pero "lastimosamente desde hace 50 años ha habido una cruenta guerra civil que ha perjudicado a Colombia y a la región".
El presidente ecuatoriano subrayó la dificultad que supone controlar 700 kilómetros de frontera común, la mayor parte ubicada en zona selvática, a lo que se suma el problema de los refugiados.
Patiño avanzó que en la reunión de octubre se hablará de "corresponsabilidad" en cuanto a los desplazados colombianos en Ecuador y añadió que "por primera vez en mucho tiempo Bogotá ha aceptado tratar esta temática". Además se retomarán las reuniones de la comisión de vecindad para analizar los problemas de seguridad en la frontera, uno de los principales escollos en las relaciones bilaterales.
Correa habló también de las relaciones con Estados Unidos e indicó que con el presidente Barack Obama "ha habido una mayor apertura, una mayor empatía, pero no vemos cambios radicales, profundos, en la política de Estados Unidos con respecto a América Latina". Para Correa, es necesario que Washington levante el bloqueo a Cuba como un ejemplo concreto de esos cambios pues lo consideró absolutamente injustificado en el siglo XXI.
El presidente ecuatoriano agregó que espera que se pueda avanzar en la integración latinoamericana, "un designio histórico" que se logrará con respeto mutuo, y un marco de dignidad y de justicia que mantenga la soberanía de cada país.
TOKIO
Efe
F eltiempo.com
El ex presidente Álvaro Uribe se estrenará esta semana como profesor invitado en la prestigiosa universidad de Georgetown, en la capital estadounidense.
Pero desde el anuncio, catalogado por el director de la institución, John DeGioia, como un "gran honor", su nombramiento ha generado ruido tanto en la comunidad de ONG como entre estudiantes y profesores.
El martes de la semana pasada se convocó una reunión en la Casa del Pueblo, en el vecindario de Mt. Pleasant, en Washington, donde se reunieron grupos opositores que planean una serie de protestas, previstas para esta semana.
A la reunión asistieron, entre otros, las ONG Testigos para la Paz y la Dorothy Day Worker Foundation. "Estoy avergonzada de que una universidad en EE. UU. contrate a alguien como Uribe", dijo Becca Polk, asistente al encuentro.
Aunque todavía no es claro qué día aparecerá el ex mandatario en Georgetown -se habla del miércoles-, los opositores se han organizado en cuatro comités: relaciones públicas, acceso a la comunidad, acceso a Georgetown y acciones directas en las calles, para sentar su posición.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
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Que las campañas políticas rebajen sus gastos hasta en 50 por ciento, que los partidos puedan elegir un candidato de coalición y que las colectividades y sus directivas puedan ser sancionadas hasta con la pérdida de su personería jurídica, son tres de las propuestas clave de la reforma política que el Gobierno discutirá hoy con los partidos de su coalición.
Estas se encuentran consignadas en el borrador de la ley estatutaria que reglamentará la reforma del año pasado, ocumento que fue conocido por EL TIEMPO y que ya se encuentra en poder de congresistas y dirigentes de los partidos de 'la U', Conservador, Liberal y Cambio Radical. En la iniciativa se plantean temas diversos como la financiación de las campañas, la democratización de los partidos y las penalizaciones a los partidos que avalen a aspirantes a cargos de elección popular vinculados con narcotráfico, terrorismo o crímenes de lesa humanidad.
Entre los puntos más llamativos del texto está el que obliga a los partidos a crear un registro único de afiliados, para que exista de forma permanente una base de datos con los militantes de cada colectividad.
También se llenan los vacíos jurídicos que, por ejemplo, impidieron que antes de la primera vuelta presidencial de este año los partidos uribistas hubieran podido nombrar un candidato único de la coalición. Esta norma sería clave en las elecciones regionales del año entrante, cuando se espera que se incremente el número de candidatos en representación de alianzas entre partidos.
Así mismo, se pretende que los anticipos que actualmente otorga el Estado a los candidatos presidenciales se extiendan a los aspirantes regionales. El tope para estos anticipos ascendería al 70 por ciento, pero no serían los candidatos los que responderían, sino directamente cada partido.
Para ahorrar en los gastos de las campañas se proponen dos fórmulas: que la publicidad en televisión no pueda ser contratada por los aspirantes, sino únicamente por los partidos, y que el día de las elecciones ni candidatos ni partidos puedan contratar el transporte de los votantes.
Así mismo, el Consejo Nacional Electoral quedaría obligado a hacer estudios técnicos sobre los topes de las campañas.
REDACCIÓN POLÍTICA
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