domingo, 29 de agosto de 2010

Ex primer ministro británico intentó prolongar su mandato porque Bush dudaba sobre su sucesor

Mas Informacion: http://toda-la-informacion-del-mundo.blogspot.com/

Se trata del ex hombre fuerte del Reino Unido, Tony Blair, y el actual mandatario, Gordon Brown.

Blair intentó prolongar su mandato en Downing Street (el equivalente inglés de la Casa Blanca) después de ser advertido de que la administración estadounidense de George W. Bush tenía "serias dudas" sobre la capacidad de su sucesor, Gordon Brown.

El periódico británico 'The Sunday Telegraph' informó este domingo que las advertencias de la Casa Blanca y de otras destacadas figuras estadounidenses fueron clave para que Blair, que dejó el Gobierno en junio de 2007, intentara seguir al menos hasta 2008.

'The Sunday Telegraph' citó fuentes cercanas a las personas implicadas y aseguró que Blair quiso ganar tiempo infructuosamente para promover a David Miliband después de que le dijeron que Bush y su entorno tendrían "grandes problemas" para trabajar con Brown.

Miliband, entonces secretario de Estado de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, era considerado uno de los 'delfines' de Blair, que consiguió que Brown aceptara situarle como secretario del Foreign Office, pese a tener otros candidatos.

Según esta versión de lo ocurrido en los meses previos a la transición en Downing Street, que había sido pactada por ambos políticos británicos casi una década antes, la alarma se activó en Washington tras una reunión entre Brown, entonces ministro de
Economía, y la ex secretaria de Estado de EE. UU., Condoleezza Rice.

Las fuentes de este diario señalaron que la reunión fue muy tensa, porque Brown fue muy crítico sobre la política estadounidense de ayuda al desarrollo y el enfoque de Washington hacia África.

Rice expresó sus recelos a la Casa Blanca, que se los trasladó a Blair, quien en ese momento se decidió a intentar seguir como primer ministro al menos hasta las elecciones que se debían celebrar en EE. UU. en noviembre de 2008 y tras las que habría nuevo presidente.

Blair no lo consiguió porque los seguidores de Brown se rebelaron y el canciller del Exchequer entró finalmente por la puerta del 10 de Downing Street como primer ministro en junio de 2007, dirigiendo una política exterior más independiente de Washington.

Una de las fuentes citadas por el "Telegraph" declaró: "esto explica la cuestión de por qué Tony Blair intentó con tanto ahínco seguir. Los estadounidenses estaban cualquier cosa menos felices sobre la inminente sucesión con Brown y lo dejaron muy claro".

Sobre el intento de promocionar a Miliband, las fuentes aseguran que el entorno de Brown se mostró muy molesto, especialmente cuando Blair le describió públicamente en una entrevista como "mi Wayne Rooney (en referencia a la joven estrella del Manchester United)".

Washington presionó para que Blair, que apoyó incondicionalmente a EE. UU. para invadir a Irak, siguiera en el cargo, sobre todo después de que el entonces primer ministro dijo a finales del verano de 2006 de que no tenía intención de renunciar en el corto plazo.

Esta declaración, junto a su negativa a condenar el ataque de Israel contra Líbano en su guerra para intentar acabar con los ataques de Hezbolá, fue lo que precipitó "el golpe de Estado" en el seno del laborismo y forzó a Blair a aceptar su salida.

Posiblemente Tony Blair, que fue primer ministro entre 1997 y 2007, dará a conocer su versión sobre estos hechos en el libro de memorias 'A Journey', que se publicará internacionalmente el próximo miércoles y que ha desatado una gran expectación.

Efe


F eltiempo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario