Esa es parte de la evaluación que hace el Departamento de Estado este jueves al presentar su Informe sobre actividades terroristas en todo el mundo.
"Sigue sin ser claro hasta qué punto el gobierno de Venezuela entrega apoyo a las Farc y al Eln", dice el texto del reporte en el que reitera que Venezuela sigue "descertificado" por su falta de cooperación y, por lo tanto, está vetada desde el 2006 para la venta de servicios y artículos de defensa.
El reporte menciona que la cooperación en materia antiterrorista con EE. UU. se redujo a un "mínimo absoluto" desde que Washington y Bogotá firmaron el acuerdo militar que le da acceso a EE. UU. a siete bases en Colombia.
También menciona cómo Colombia ha acusado a Venezuela en varias ocasiones de apoyar y resguardar a líderes de las Farc en el país.
Pero saca a colación el reporte de la Comisión de la Verdad para el caso de Angostura, Ecuador, en el que se dice que Iván Márquez, uno de los miembros del Secretariado, "tiene oficinas en Caracas desde donde la agenda de la Coordinadora Continental Bolivariana".
Aunque con sus frases el Departamento de Estado admite que hay alguna relación entre las Farc y el gobierno de Hugo Chávez, fue menos contundente que en otras ocasiones y frente a declaraciones de funcionarios públicos de su gobierno.
Tanto Arturo Valenzuela, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, como Larry Palmer, embajador nominado ante Caracas, han hablando de "claros nexos" entre elementos del gobierno venezolano con las Farc.
El reporte también menciona cómo armamento venezolano ha terminado en manos de los grupos insurgentes y cita el caso de los misiles anti tanque AT-4, de origen sueco, que se le decomisaron a las Farc el año pasado.
Según el reporte, Venezuela primero argumentó que se trataba de "sucias mentiras" de las autoridades colombianas. Pero luego, cuando Suecia confirmó la venta, señaló que los misiles habían sido robados de una base venezolana tras un ataque de las Farc en 1995 .
"Cuando reportes de prensa mostraron que el ataque lo había realizado el Eln (y no las Farc) el gobierno dijo que el Eln se los había vendido al grupo rival", sostiene el documento.
Subraya, a su vez, como Chávez promovió a los generales Hugo Carvajal Barrios y Henry de Jesús Rangel Silva pese a que ambos fueron incluidos en la "lista Clinton" en el 2008 por asistir a las Farc en sus actividades de narcotráfico.
En el capítulo correspondiente a Colombia, el Departamento de Estado ofrece muchos reconocimientos a los esfuerzos antiterroristas y destaca que el país continuó expandiendo su rol como un "líder regional" en esta materia ofreciendo entrenamiento a varios países de la región.
Aunque dice que el gobierno mantuvo su enfoque en derrotar y desmovilizar a los grupos terroristas, el "momentum" contra las Farc se redujo durante el año pasado.
"A diferencia del 2008, los militares colombianos no mataron o capturaron a ninguno de los miembros del Secretariado. Las deserciones de miembros de las Farc en el 2009 (2058) fueron menores a las del 2008 (3.027)", dice el departamento de Estado.
El reporte anota que, aún así, capturaron o dieron de baja a guerrilleros de rango medio, continuaron reduciendo el territorio en donde operan con libertad, destruyeron armas y recursos, al igual que golpes a la estructura financiera del grupo.
Pese a ello, dice el Departamento de Estado, las Farc siguieron con sus ataques terroristas, secuestro, extorsión y narcotráfico.
Aunque el Eln permaneció activo con unos 2.000 hombres, lo hizo con recursos disminuidos y reducida capacidad ofensiva.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
F eltiempo.com
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