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Por Diego Oré y Nelson Bocanegra
CARACAS/BOGOTA (Reuters) - Venezuela dijo el martes que presentará esta semana una propuesta para sentar las bases de un proceso de paz con Colombia tras haber roto relaciones diplomáticas, pero su vecino rechazó la idea.
En un acelerado tour para buscar respaldo sudamericano en la crisis con Colombia, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, se reunió con varios Gobiernos del cono sur para hacer consultas e intentar que el conflicto con Bogotá no pase de castaño a oscuro.
"El jueves ya nuestro Gobierno presentaría en la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas en Quito una propuesta concreta que permita canalizar una metodología para un plan de paz", dijo Maduro en rueda de prensa tras un encuentro con la presidenta argentina, Cristina Fernández.
La crisis estalló cuando Colombia presentó la semana pasada ante la Organización de Estados Americanos (OEA) documentos y fotos que supuestamente prueban que Venezuela da refugio a 1.500 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Casi de inmediato, el presidente venezolano, Hugo Chávez, rechazó las denuncias, rompió las relaciones diplomáticas con su vecino -que desde hace ocho años viven en un sube y baja- y puso en alerta a sus fuerzas armadas en la frontera.
Pero el Gobierno colombiano, el mayor aliado de Estados Unidos en la región, ha dicho que no movilizará tropas. Y analistas ven poco probable que se llegue a un choque armado.
Los cancilleres del bloque regional Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) dijeron estar dispuestos a buscar una solución negociada el jueves en una cumbre extraordinaria en Quito pedida por Venezuela.
Colombia participará de la reunión, confirmó la cancillería en un comunicado, a fin de discutir un mecanismo concreto para verificar sus denuncias.
"Sólo demandamos de la comunidad internacional cumplir con las normas internacionales que nosotros cumplimos, que son las de no albergar el terrorismo y combatirlo", dijo el presidente colombiano, Alvaro Uribe, tras un acto en el Ministerio de Defensa de despedida antes de entregar el mando en agosto.
TOUR RELAMPAGO
La agitada gira del canciller venezolano arrancó el lunes por Brasil, donde dijo a periodistas que halló comprensión y simpatía del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ya se había mostrado dispuesto a mediar entre los dos países.
Después voló a la capital paraguaya y el mismo martes se reunió con los mandatarios de Uruguay y Argentina y planeaba visitar al canciller de Chile. El miércoles espera reunirse con el Gobierno de Perú y el presidente de Bolivia, un fuerte aliado del socialista Chávez.
"El jueves ya daremos a conocer los elementos que componen esta propuesta de paz, de estabilidad de nuestra región, y que van a garantizar la cuestión de fondo del problema que se ha creado y que se va desbordando del problema en la guerra (contra la guerrilla) en Colombia", dijo Maduro al canal de TV estatal venezolano en Buenos Aires antes de partir a Chile.
Pero la idea no entusiasmó a Colombia, que consideró un plan de ese tipo como una injerencia en sus asuntos internos.
"Una propuesta de un plan de paz para Colombia, es como si Colombia o cualquier otro país hablara de un plan democracia para Venezuela", dijo el canciller colombiano Jaime Bermúdez a periodistas.
"Pero, además, un verdadero plan de paz arranca por no permitir que existan los criminales en ningún lugar del mundo, que no tengan ningún espacio físico ni político", agregó.
Chávez reforzó el lunes la presencia militar en la porosa frontera con unos 1.000 soldados adicionales en dos estados limítrofes con Colombia, después de asegurar que se prepara una operación militar para derrocarlo desde Washington.
Desde la capital colombiana, el Gobierno de Uribe exhortó a no quedarse trabados en discusiones.
"El Gobierno de Colombia está presto a continuar el debate sobre las preocupaciones expresadas ante el Consejo Permanente de la OEA, en distintos escenarios", dijo la cancillería en un comunicado. "Sin embargo, considera que, más que continuar con discusiones, se requiere pasar a las soluciones", agregó.
Colombia había pedido a la OEA enviar a Venezuela una misión internacional para verificar las pruebas que dice sustentan que hay campamentos rebeldes en tierra venezolana.
Este es el peor impasse que atraviesan las dos naciones andinas desde 1987, cuando los vecinos estuvieron al borde de un conflicto armado luego de que un barco de guerra colombiano fuera interceptado por la Armada de Venezuela en una zona marítima bajo disputa limítrofe.
Desde mediados del 2009, Venezuela mantiene casi congelado el comercio bilateral en rechazo a un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos que Chávez considera una amenaza para la seguridad del productor petrolero miembro de la OPEP.
Chávez ha dejado la puerta abierta a una reconciliación con el sucesor de Uribe, Juan Manuel Santos, que recibirá la banda presidencial colombiana el 7 de agosto y se ha mostrado más conciliador para recomponer las relaciones con su vecino.
"Estamos seguros (que Santos) superará los obstáculos que en este momento se han presentando y que son, lo digo por experiencia, obstáculos muy pasajeros que habrán de llevar las aguas a su nivel nuevamente en muy poco tiempo", dijo el presidente peruano, Alan García, durante una visita del mandatario electo colombiano a Lima.
(Reporte adicional de Mónica García y Javier Mozzo en Bogotá, de Daniela Desantis en Asunción y Karina Grazina en Buenos Aires. Escrito por Pablo Garibian. Editado por Silene Ramírez)
F lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE66Q0PQ20100728?sp=true
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